Desde el 20 de junio al 14 de septiembre, Antofagasta y San Pedro de Atacama, recibirán a más de 70 artistas de 25 países, quienes invitarán a reflexionar sobre la violencia en todas sus formas.
¿Qué motivó la línea curatorial de SACO1.1 Golpe?
Creemos que es indispensable mirar hacia atrás, ver lo que sucedió en Chile hace 50 años para reflexionar sobre la violencia extrema de la dictadura militar. No solamente para conmemorar a las víctimas, sino que también para reflexionar, recordar el pasado, construir futuro y educar con los valores de la democracia. Con mente abierta y diferentes visiones, que impidan un futuro donde se repita la imposición brutal de un sistema político. Desde este enfoque el arte se hace parte de la memoria de un país, con artistas que nos harán sentir, mirar, vivir hechos y conceptos de los cuales ya se ha hablado, escrito o creado obras de arte, pero de una manera nueva, que nos invite a reflexionar. Es tan común ver violencia todos los días en la televisión, con imágenes terroríficas en los noticieros. Eso nos ha vuelto inmunes, y es ahí donde el arte es clave, ya que nos brinda las herramientas para tocar en nosotros la cuerda sensible y volver a conmovernos, sentir y reflexionar.
¿Cuál es el elemento común que el público podrá apreciar en las exposiciones que se desplegarán en SACO 1.1?
Las exposiciones son un relato sobre la violencia en todo su espectro, como un rasgo humano atemporal. La violencia de la guerra, del Estado, dentro de la familia o como desigualdad de género, la discriminación hacia las minorías, el abuso hacia los animales y el medio ambiente, hasta la violencia de la contaminación lumínica. El espectro es muy amplio, tanto que llega también a los colegios, por eso invitamos a estudiantes de la comuna para conocer su mirada sobre este fenómeno.
Artistas de diferentes latitudes nos mostrarán su percepción, su manera de vivir, observar y reaccionar frente a las violencias. Es un tema complejo actualmente, tanto en el contexto local como global, por eso resulta absolutamente necesario detenernos a pensar qué es lo que nos pasa como seres humanos.
¿Cuáles son los imperdibles de la undécima versión de la Bienal?
Tenemos grandes hitos, comenzando el 19 y 20 de junio con los encuentros de los artistas con la comunidad. Quiero destacar que SACO1.1 no trae las obras armadas desde sus países de origen, sino que se producen en el territorio, con materiales y mano de obra local. Ese es nuestro sello con conciencia medioambiental y laboral. Nos importa generar una vinculación con los artistas para dar a conocer directamente a las personas que están detrás de las creaciones. Estos encuentros se harán en el Sitio Cero del Puerto de Antofagasta durante las mañanas, con traducción y micrófono abierto al público. El 20 de junio por la tarde inauguramos la Bienal en la Fundación Minera Escondida con una tremenda exposición, de artistas de Eslovaquia y Hungría. El jueves 22 de junio seguimos en el Parque Cultural Ruinas de Huanchaca con 8 obras internacionales. Luego continúa un circuito artístico que incluye el Museo Regional de Antofagasta, Biblioteca Regional, Espacio FITZA, Centro Penitenciario Femenino, entre otros, con un total de 13 espacios de Antofagasta y San Pedro Atacama.
La fecha inaugural incluye la apertura de la exposición ArchivoSACO en Fundación Minera Escondida, ¿que podrá ver el público en esa muestra?
ArchivoSACO recopila el trabajo de la Bienal en estas once ediciones con archivos audiovisuales y libros que nos permiten reflexionar sobre el camino recorrido en este desierto. Contamos con 10 ediciones impresas y películas traducidas al inglés de todos estos años, y queremos acercar ese acervo a nuestro público. Vamos a mostrar la línea de tiempo de SACO, que comenzó como una pequeña Semana de Arte Contemporáneo en el 2012, después fue Festival y ahora Bienal internacional. Nos importa que nos identifiquen como la Bienal que nace desde y que pertenece a este territorio. Es una propuesta propia, que no copia estructuras de eventos de artes visuales de otras partes del mundo. Este es un evento cíclico surgido 100% desde Antofagasta acorde a la realidad de la región, que aprovecha sus posibilidades y se convierte en un site specific, ya que no se puede replicar en otro lugar del mundo, con un equipo de trabajo local, por lo tanto es una bienal que identifica a la ciudad y a la región. Ese es nuestro sello.