Por: Patricio Vega Contreras
Fotografías: Nelson González Arancibia
Siempre está pensando en hacer algo nuevo… y es que los temas patrimoniales lo seducen, lo atrapan. El alma inquieta del ingeniero comercial, Andrés Medina Williams, transita por todo lo que respire historia, en algo que es parte de su vida y que le dedica pasión, tiempo y una importante cantidad de dinero.
Una de sus “aventuras” está relacionada con la publicación del libro “Tesoros del Desierto” que testimonia la historia del té en la Pampa, recolectando las cajas y envases en los más increíbles lugares de estos excentros salitreros. Este es un legado fotográfico en torno a esta aromática bebida que cautivó el sabor de los pampinos a la hora del descanso y de compartir en familia.
A todo color, con una alta calidad gráfica y un diseño amigable, este libro es una verdadera joyita patrimonial. Al igual que el tradicional brebaje, invita a disfrutar de un grato momento.
¿Cómo nació esta pasión por coleccionar envases y cajas de té?
Esta colección fue adquirida en 2005 a un baqueano de la zona, don Oscar Muñoz Rojas, quien tenía en su hogar una hermosa colección de cerca de 50 latas de té extraídas de los basurales de las salitreras aledañas a Iquique. Era el fruto de 20 años de recolectar, de extraer de la tierra un recuerdo del pasado. Con el tiempo fui adquiriendo más piezas, superando hoy las 100 unidades.
¿Cuál es el envase que más le llama la atención y que tiene un significado especial para usted?
Si bien es cierto la colección son sólo objetos en su esencia, existe un cariño muy especial con las primeras 50 piezas adquiridas a don Oscar. Cuando las conseguí, constituían un ejército que había participado en tantas batallas, con uniformes (etiquetas) distintos, raídos y sucios. Necesitaban de un nuevo comandante (coleccionista) que les diera otro hogar y uniformes relucientes. Pero la tarea era titánica, ya que Oscar no estaba dispuesto a desprenderse de manera tan fácil de su colección de 20 años. Finalmente, accedió y me preocupé de mantenerlas en un estado óptimo.
DEPREDACIÓN
Los basurales de la Pampa fueron los grandes depósitos de estas llamativas latas. ¿Es posible conseguirlas o ya está todo depredado?
Hoy, las salitreras se encuentran indefensas, cual sarcófago de esperanzas muertas, y han sido desmanteladas y saqueadas sin que ningún gobierno realice nada por conservar una parte importante de la historia del norte de Chile. El saqueador es como ácido vertido sobre el metal, corroe todo lo que está en su camino y lo reduce a polvo en un segundo. Los cuerpos desnudos de las salitreras son el ejemplo viviente de la indiferencia de los gobiernos y la acción constante de saqueadores. Lamentablemente, ya nada queda.
¿Qué rol jugó el té en las diferentes clases sociales de las oficinas salitreras?
La recopilación está compuesta de latas, envases de cartón y algunos de papel de té. La mayoría de los fabricantes data de 1850 en adelante, extinguiéndose en la mitad del siglo XX, coincidiendo con la desaparición de prácticamente todas las salitreras. El origen de estos productos era fundamentalmente de India, China, Japón y Ceylán. Queda en evidencia que el té de mayor calidad y precio más elevado no estaba a disposición de los trabajadores, pues era un producto para la clase social dominante, esto es empleados, jefaturas y dueños de las oficinas salitreras. Mientras era común que los obreros consumieran el té a granel que venía en cajones.
COLECCIÓN
¿Su colección dónde puede ser vista? ¿Ha pensado en realizar una exposición?
Son más de 100 unidades, considerando que toda recopilación es parte del patrimonio cultural de un pueblo, ya que rescata una parte de la historia y el mostrarla o exponerla de alguna manera (en su casa) se transforma en una oportunidad para educar a otros. El interés de exhibir una colección surge de una necesidad social, la de transmitir y preservar la cultura. Tengo la mejor predisposición a mostrar esta colección.
Usted financia de su propio bolsillo cada edición de los libros, ¿cuál es su próxima aventura patrimonial?
La vida de un acumulador no se rige por las exigencias que impone la vida cotidiana en la mayoría de las personas. El del coleccionismo es un mundo distinto al habitual, ya que en la vida de quien atesora no sólo importa trabajar y desarrollarse en un mundo social. Coleccionar es vivir en un estado de constante búsqueda. Por eso a fines de año, se publicará el libro “Circos del Desierto”, que expone una colección de afiches de circos que visitaron las salitreras en el siglo pasado.