Por: Cristina Díaz Tapia
Fotografías: Manuel Dongo Rosal
Libre y versátil, así se podría definir la carrera de Manuel Dongo Rosal, profesor de Arte, productor gráfico y gestor cultural tocopillano, cuya inquietud creativa lo ha llevado a posicionarse como un referente del arte independiente.
Poseedor de un sello característico e innovador, inspira a generaciones de estudiantes desde su Taller de Arte en el Liceo Polivalente “Domingo Latrille”, donde no sólo practica la pedagogía, sino que además cultiva el amor por las distintas expresiones artísticas y desarrolla en los jóvenes una sensibilidad especial, donde saber apreciar la belleza de las cosas es una destreza clave a la hora de educar.
FAMILIA DE ARTISTAS
Pareciera que en los dotes artísticos del profesor Dongo hubiese una carga genética y es que tanto su padre como sus hermanas se han destacado en distintas disciplinas artísticas. Sin embargo, pese a que la denominación de artista le genera cierta incomodidad y pudor, su talento lo ubica entre lo más destacado del medio cultural y lo conduce a estar en permanente evolución y aprendiendo de lo nuevo. Siempre pensando, creando, siempre haciendo algo.
Su vida en Tocopilla le sirve de inspiración para varios de sus proyectos. El mar, el viento, la pampa y el entorno físico que viste a esta tierra nortina, han sido escenario de importantes obras como “Ilustrando nuestro norte junto a Violeta Parra” y “Artefactos de la Infancia Salitrera”, en las que trabajó junto a otros gestores culturales, como Claudio Inostroza (audiovisualista) y Carlos Toloza (profesor de Historia).
“Madre del Viento Negro” es su último trabajo publicado junto a su colega Hernán Mañao, una obra que define como de autor, ya que retrata a través del formato libro-álbum, cómo es vivir en una zona de sacrificio. Un relato poético que se ensambla con ilustraciones hechas por él. Un producto original en el cual tanto imágenes como texto coexisten en igualdad de condiciones, ofreciendo a los lectores una narrativa diferente.
PROYECTOS
¿Cómo nacen estas ideas? ¿Cómo se construye un nuevo proyecto artístico?
Siempre estoy trabajando en muchas cosas al mismo tiempo. Algunas no llegan a nada, otras esperan algún día ver la luz y otras evolucionan transformándose en proyectos más grandes y elaborados. Pero todo parte desde una simple idea, una anotación, un rayado.
¿Hay algún trabajo que consideres especial?
Todos son especiales, pero de inmediato se me viene a la mente el mural de Nemesio Antúnez, obra que actualmente está en el hall del Liceo “Domingo Latrille”. Antúnez fue un arquitecto, pintor y grabador chileno que estuvo un tiempo en Tocopilla y había un rumor sobre que él había pintado un mural en el liceo, pero nadie sabía mucho, no había registros. Investigando, concluí que efectivamente había existido tal mural. Yo lo recreé, recuperando así el valioso legado de este artista. Justo ese año, además, se cumplía el centenario de su natalicio. Al final, todo se fue dando.
¿Un hecho que haya marcado tu carrera?
Creo que algo importante fue ser considerado en el documental “Voces que crean. 30 años del Fondart”, que narra el desarrollo artístico-cultural durante los últimos 30 años en Chile. Un relato coral muy recomendado que está disponible en OndaMedia, plataforma online de cine chileno del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
¿Y ahora, qué viene?
Estoy ilustrando, trabajando con la editorial Pampa Negra. Estoy estudiando, hace poco comencé un nuevo diplomado, esta vez en Ilustración, el cual me permitirá seguir por este sendero, perfeccionar la técnica y descubrir otras que van más por la línea digital.