Por: Patricio Vega Contreras
Fotografía: Jean Roblero Briceño

Su casa cuando niño siempre fue un lugar de encuentro para artistas, donde abundaban las extensas y amenas conversaciones. Todo este ambiente le daba un atractivo especial al hogar de los Vernal, un apellido que en Antofagasta está asociado a la cultura, la educación, el teatro y, por supuesto, la música.

Es en esta última faceta por donde transita libremente Mario Vernal Duarte (63 años, ingeniero civil, casado, dos hijos), creador del grupo Punahue y que además cuenta con destacados reconocimientos en el ámbito de la literatura, con una pluma que siempre rescata ese espíritu nortino que brota en sus venas.

Precisamente, mantener las raíces y su aporte en diferentes ámbitos de la cultura, le permitió recibir el Ancla de Oro, máxima distinción entregada por la ciudad y que también obtuvo su padre del mismo nombre, un hombre de teatro, dueño de una voz gruesa y quien siempre vio a las salitreras como una enorme casa sin fronteras.

Usted proviene de una familia de artistas. Sus padres Mario y Teresa Vernal marcaron a toda una generación de antofagastinos…

-Para mí es todo un privilegio pertenecer a esta familia, que fue formadora en lo que se refiere a la cultura y las artes. Por lo tanto, con ellos aprendí a ver la vida de manera diferente, a dar importancia a ciertas cosas que nacen del espíritu más que de lo económico o monetario, siento que esa formación fue fundamental para la valoración del patrimonio e identidad nortina, unido a la sustentabilidad, algo que está de actualidad.

RECUERDOS

¿Cómo eran esas conversaciones con sus padres a la hora de la sobremesa en el almuerzo?

Extraño mucho esas conversaciones que con mi papá eran muy de amigos, no recuerdo un tema en que me pusiera las reglas, ya que las conversaciones siempre giraban en torno a la contingencia, mientras mi mamá era la que imponía un poco más la disciplina. En aquella época el teatro ocupaba un lugar preponderante en la sociedad de Antofagasta, no como ahora, eran otros tiempos…

¿Y cómo nació el amor por la música?

Mi mamá era una persona fanática de la música, por eso desde pequeño me despertaba al son de los grandes compositores clásicos (Beethoven, Bach y Tchaikowsky) que colocaba desde las 7 de la mañana. Tanto así que me llevaba a los conciertos y ahí me enamoré del chelo, incluso tenía uno a mi medida (12 o 13 años) mandado hacer por mis papás, siendo que ellos eran profesores y no tenían recursos de sobra. Sin embargo, un día mi papá llegó con instrumento mitad-animal, mitad- sintético (charango), y cambió todo. Desde ese momento, el charango, la guitarra y los instrumentos de cuerdas fueron mi nueva pasión.

¿Qué significa el grupo Punahue en su vida?

Es una aventura que significa distintas cosas de la vida, que como Mario Vernal nunca hubiese podido hacer o materializar. Punahue me ha permitido estar en grandes escenarios y viajar por el mundo, todo eso inmerso en la cultura que me dio la posibilidad de hacerme amigo de Hernán Rivera Letelier en un viaje a Cuba.

ARTISTAS

¿El centralismo es el gran enemigo de los artistas nortinos?

Me defino como una persona regionalista y ha sido una lucha bastante grande saltarse Santiago. Aquí, generalmente nunca se mira al norte y nosotros, como agrupación musical, decidimos obviar ese paso y decir desde acá también se puede. También trabajé con Filzic y esto nos ha permitido dar un paso adelante. Sin embargo, se detuvo con la pandemia y ahora hay que retomarlo. En el norte hay muchos artistas y de eso debemos estar orgullosos, aunque muchos valores lamentablemente se pierden en el camino.

¿Ahora en qué está la agrupación?

La dinámica es distinta en la conformación de los integrantes. Ya no hay miembros fijos, ahora los Punahue se pueden arman en cualquier momento, tenemos esa mentalidad ahora, independiente de las circunstancias nos adecuamos con nuevos músicos como en Punahue Sinfónico. Ahora la idea es dar nuevas oportunidades y proyectarse.

Usted también es escritor, ¿cómo complementa la literatura con la música?

Una cosa lleva a la otra, cuando hacía la música para Punahue, también brotaba el tema de la composición. Ahí fui desarrollando la escritura, después fui probando en concursos y gané varios certámenes literarios, para hacerme un nombre y llegar a la publicación de libros, donde el último es “Tiro Echado”.

¿Qué significa para usted el Ancla de Oro?

Es un gran orgullo que no busqué, pero que me ciento agradecido por venir de la cultura.

Este es el mundo de Mario Vernal Duarte, un artista que brinda su “Canto al Norte” (una de sus canciones) para proclamar su amor sin condiciones a esta tierra deslavada, pero rica en historia y tradiciones.

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