Por: Iris González Gamboa
Fotografías: Glenn Arcos Molina / Andrés Gutiérrez Vargas

“Es como un hijo. No te das cuenta cómo crecen los niños y este hijo creció súper rápido y es bello verlo crecer y ver que también no me pertenece, sino que le pertenece también al desierto, al mundo; a la comunidad”.

Así describe la fundadora y directora de Identidades Festival Internacional de las Artes Escénicas, Alejandra Rojas Pinto, el repaso de los ya ocho años que el certamen completará este 1 de octubre. Por espacio de una semana, Antofagasta y San Pedro de Atacama serán escenario de una nueva versión que se suma al Decenio de las Lenguas Indígenas de la Unesco.

“El festival ha crecido harto y el equipo también crece, entonces también es bello ver que el hijo va caminando solo en ese sentido”, dice la actriz que desde el día uno es parte del proyecto que tuvo su génesis en la celebración, el 2014, de los 10 años de la compañía La Huella Teatro, que también dirige. Ya en su VIII edición, Identidades tiene para la gestora como sello “el encuentro; el encuentro con la comunidad, con lo humano. Con la experiencia humana del arte escénico, porque finalmente lo que buscamos del arte vivo, lo que se busca cuando la gente va al teatro, es vivir una experiencia”.

DESAFÍOS

Esa conexión de la compañía o el artista invitado con el territorio es- lo que espera -lleve en el futuro al espacio a consolidarse en “un lugar importante en el mundo, así como el festival de la experiencia artística humana del arte vivo por naturaleza, pero sobre todo porque quiero que la gente del mundo conozca el Desierto de Atacama. Esta es una selva para mí, no es un lugar inhóspito como la palabra desierto, sino que creo que es la belleza. Eso me gustaría, que creo que también es una de las misiones de Identidades, que el desierto esté en la memoria; el Desierto de Atacama, Chile, sea parte de la geografía artística también, del recorrido, que sea parte de la ruta de los importantes festivales a nivel mundial”, señala.

La edición que se acerca, que pondrá en valor las lenguas inuit, mapudungun, rapanui, quechua y ckunsa, llega a los ojos de la directora en un momento especial para el país. “Creo que estamos en una deuda histórica con cada pueblo indígena, que no es que sea de este Estado; es una deuda ancestral, una deuda antigua que de todas maneras nuestro territorio la padece como país. Creo que instalar, sumarse al llamado que hace Unesco hacia el Decenio Onternacional de las Lenguas Indígenas, también es el resultado de una colaboración de más de tres o cuatro años con Unesco y que decidimos tomar eso como una bandera de lucha de alguna manera, de decir hagamos una reflexión. Las artes escénicas tienen algo que decir, la música, la danza, el teatro tiene algo que decir en relación a la lengua indígena, lo que le tiende a la lengua indígena, al hecho de revitalizar, de que no mueran, que no extingan las lenguas indígenas en el mundo”.

Para Alejandra Rojas, es necesario darse cuenta que “hay un país plurinacional, multicultural, que no está dormido, que está despertando. Que está ahí, que es parte de los territorios y que tenemos que verlo”.

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