La riqueza de experimentar

Por: Iris González Gamboa
Fotografía: Paula Pérez

“Si tuviera que resumirlo en una palabra, sería experimentar. Disfruto del proceso de probar, descartar y seleccionar y siempre encuentro placer en dedicar tiempo a esta exploración”.

Así define su trabajo Paula Pérez, diseñadora e ilustradora nortina que es parte de “Diablos. Viajes de una imagen en el Desierto de Atacama”, exposición montada en la Sala Chela Lira de la Universidad Católica del Norte (UCN) que reúne trabajos de diversos artistas en torno a la figura del diablo.

La joven creadora llegó al proyecto del Archivo Digital Arte de Antofagasta (ADAA) por invitación de una de sus gestoras, Antonieta Clunes, con la serie de fotomontajes “Paqallqu”, donde se exponen siete obras que exploran los siete pecados capitales, expresada en el baile folclórico de la “Diablada”. En ello- recuerda -resultó fundamental la agrupación Kkoyaruna Danza.

¿Qué te inspiró para crear en torno a la figura del diablo?

La cultura del norte tiene una riqueza que invita a explorar nuevas miradas. El tema de la danza folclórica, comúnmente llamada “Diablada”, fue el principal concepto que tomé, debido a cómo socialmente se lleva a nivel familiar y en comunidad. Y como mencionaba, dentro de las inspiraciones, observar cómo ensayaban, hacían los trajes, compartían entre familias y sobre todo la organización que existe detrás de todo, fue observar al “diablo” desde un trabajo social fuerte, al contrario del concepto que tenemos desde aspectos religiosos más tradicionales.

Ese material hace 10 años fue expuesto en Italia y Londres, ¿cómo fue esa experiencia?
La primera invitación fue a Londres, por la galería “The Brick Lane Gallery”, quienes vieron mi trabajo a través de plataformas digitales y les interesó cómo trabajaba la fotografía y el fotomontaje en general.

Al principio pensé que era “SPAM” ya que uno piensa que estas oportunidades no se dan así, sin embargo ellos insistieron y fue cuando confié que podía exponer y crear algo distinto a lo que había hecho. Me motivaron y guiaron amablemente en todo el proceso. Esto fue fundamental, ya que inscribir obras y sacarlas del país tienen pasos previos, que sin la ayuda de mi familia y amigos no hubiese podido lograr.

Luego de exponer en Londres, realizaron en Italia la Expo Milano con artistas contemporáneos y la curatoría que habían hecho en la galería de Londres, la tomó nuevamente para este evento y me invitaron para estar presente en un formato distinto, ya que esta vez la exposición se realizaría en una de las basílicas más antiguas de Milán, la Basílica de San Ambrosio. Dando un cierre por tierras extranjeras, para exponer en Chile, principalmente en el norte, como Antofagasta y Mejillones.

La profesional afirma que su trabajo sigue siempre dos caminos: por un lado, el uso de medios artísticos, que suele ser muy intuitivo y emocional; y por otro, el diseño, que se basa en reglas y estructura más definidas. “Me encanta cómo estos dos enfoques se entrelazan durante el proceso creativo y van tomando forma”, dice.

CAMINOS

Su inicio en el camino del arte de la ilustración y el diseño fue impulsado principalmente por el apoyo de sus padres. “Desde mi niñez, ellos notaron mi inclinación hacia el dibujo y me brindaron espacios para explorar mi creatividad, regalándome materiales para pintar y compartiendo mis intereses. Gracias a este aliento, también empecé a experimentar con la fotografía, ya que siempre han estado atentos a mis inquietudes artísticas. Durante la educación media, aunque no tenía claro qué estudiar, mi mamá me motivó a optar por Diseño, lo que abrió el abanico de oportunidades y experimentación a través de técnicas y reflexión”, asegura.

¿Cuáles son tus inspiraciones y técnicas al crear?

Mis principales fuentes de inspiración se han formado a partir de la observación. Mi infancia transcurrió en el desierto, viviendo en Calama y Chuquicamata, donde los paisajes y la naturaleza del norte me llevaron a imaginar y crear. Con el tiempo, mi visión personal se enriqueció gracias al intercambio y la comunicación constante con personas que aprecio y admiro. Creo que lo cotidiano y lo que te conmueve desde el sentimiento son parte integral de la inspiración, la cual se transforma constantemente a medida que se viven nuevas experiencias. En cuanto a técnicas, me atraen especialmente las tradicionales, como las tintas, el grafito, los lápices de colores, el pastel al óleo, entre otros. La materialidad del trazo, los aromas y la textura del papel son incomparables. Sin embargo, también recurro a lo digital para optimizar tiempos y procesos.

¿Cómo concilias lo tradicional y lo digital en tus obras?

Mis obras siempre comienzan desde lo tradicional, es decir, dibujar las ideas en papel, rayar, hacer bocetos, etc. Este método me permite conectar de manera más directa con lo que deseo transformar. Posteriormente, lo digital se convierte en una herramienta que potencia y refina esas ideas. Nunca invierto el orden, ya que el proceso de dibujar de manera análoga me permite ser más espontánea y experimentar libremente con el material.

¿Cuáles sientes que son las fortalezas de cada uno?

La técnica tradicional me da la oportunidad de ser más libre, ya que lo sensorial en cuanto a materiales me dan una riqueza distinta, al uso de técnicas digitales. No obstante, la tecnología tiene la ventaja de optimizar tiempos, ampliar mis perspectivas y facilitar la difusión de mi obra. Crear una comunidad en el ámbito artístico es fundamental para la reflexión y el intercambio de ideas, y lo digital juega un papel crucial en este aspecto.

En el marco de la muestra “Diablos”, la profesional participó además en un conversatorio desde una perspectiva de género. Según cuenta, buscó “mostrar el trabajo femenino que se encuentra dentro del imaginario artístico y contemporáneo del diablo. Permitió visibilizar que aún existen pocos espacios para que la mujer pueda crear, entendiendo que debe cumplir constantemente con roles sociales muy concretos, como el de madre, trabajadora, cuidadora, etc, sin poder darle espacio a la parte creativa y que sin duda, es muy importante para el nutrir personal de las personas”.

Por estos días- relata -está en un proceso personal importante, dedicándose a tiempo completo al arte y el diseño, además de implementar talleres con enfoques educativos, “triada que he seguido durante muchos años y que al fin he podido madurar para poder potenciarlos en sus diferentes aspectos. En cuanto a exploración de nuevas técnicas o temáticas, sigo experimentando entre lo tradicional y digital ya que el aprendizaje es constante y siempre hay cosas nuevas que hacer, sobre todo cuando compartes con otros, ya que te invitan a salir de tu zona de confort y a tener nuevos desafíos”.

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