Equipo CkuriTexto y Fotografías: Christian Venegas Moya
La mayoría de las exoficinas salitreras permanece distante de aquellos visitantes que buscan aventurarse en medio del desierto, en búsqueda de aquellos lugares que guardan el recuerdo de las antiguas familias que poblaron y trabajaron en esta tierra en apariencia inhóspita, pero generosa en minerales.
Algunas están escondidas entre los cerros, otras distantes de las rutas principales y que han sido testigos silenciosas del paso de los años, donde su recuerdo se diluye lentamente, aunque permanecen vivas en los pocos exhabitantes que todavía sobreviven.
La exoficina salitrera Blanco Encalada está en lo alto del sector de Carmen Alto y aún es la vigía de varias faenas mineras que siguen con el curso de los años. Desde este lugar es fácil apreciar las ruinas de Francisco Puelma, Sargento Aldea y Chacabuco, todos centros pertenecientes al antiguo cantón Central.
A un costado de la Ruta 5 Norte, al frente de la entrada de otra exsalitrera emblemática como lo fue Alemania, se encuentra la exoficina Chile. Su cementerio es visitado de manera frecuente por aquellos viejos pampinos y sus familias que trabajaron en el cantón de Taltal.
La exoficina salitrera Blanco Encalada está en lo alto del sector de Carmen Alto y aún es la vigía de varias faenas mineras que siguen con el curso de los años. Desde este lugar es fácil apreciar las ruinas de Francisco Puelma, Sargento Aldea y Chacabuco, todos centros pertenecientes al antiguo cantón Central.
En 2018 celebró su centenario con un gran encuentro de visitantes, pese a que ahora sólo quedan ruinas. La exoficina José Francisco Vergara cautiva con sus preciosos atardeceres que tiñen de colores cálidos sus diferentes rincones. Sus exhabitantes aún mantienen contacto con la nostalgia de épocas pasadas que vieron su cierre definitivo a fines de los 70.
Por su tamaño y características, la exsalitrera Francisco Puelma sorprende a los visitantes, ya que es posible apreciarla en su totalidad desde la torta de ripios que se levanta frente a sus ruinas. A pesar de la corta vida productiva de este monumento nacional (25 años aprox.), en el pasado fue una de las faenas salitreras de mayor producción. Está ubicada en el llamado cantón Central en el sector de Carmen Alto y se puede visitar todo el año.
