Fotografías: Cristian Games Díaz

Sus llamativas formas y estilos de construcción son postales emblemáticas de los pueblos del interior de la región. Las centenarias iglesias andinas marcan no sólo un antes y después en la fe, sino también forman parte del patrimonio de cada uno de estos poblados.

La iglesia de Chiu Chiu (30 kilómetros al este de Calama y a 2.525 sobre el nivel del mar) es considerada la más antigua del país (1611) y representa la irrupción de la Iglesia Católica y de cómo ésta dio vida a una nueva manera de mirar el mundo y la vida.

Todo esto es parte del trabajo del Centro de Investigación y Desarrollo del Patrimonio del Desierto de Atacama, a cargo del arquitecto antofagastino Cristian Games Díaz, que elabora una interesante y documentada investigación de las principales iglesias de la zona y su importancia histórica.

CONSTRUCCIONES

Esta iniciativa cultural muestra cómo las iglesias de la región están construidas preferentemente en mampostería en piedra, mientras que sólo la de San Pedro de Atacama está hecha de adobe, esto debido a los recursos que cada lugar poseía.

Otro detalle es que los templos están formados por la tradicional “crucería” que es posible de apreciar en su planta, contando con una nave central, cruzadas por las dos capillas laterales y rematadas en el espacio del altar con su respectivo retablo, lugar donde se ubica la imaginería propia de cada iglesia (Santo Patrón) y otras imágenes.

Hasta antes de la llegada de los españoles a los territorios del Desierto de Atacama, el sector precordillerano de la actual Región de Antofagasta estaba gobernado por los Incas y organizados a partir del Centro Administrativo de Catarpe, emplazado estratégicamente en el valle del mismo nombre. Este a su vez dependía directamente del Centro del Tawantinsuyo, ubicado en el Cusco.

PARROQUIAS

Con ello comienza la nueva administración de este territorio de manera totalmente opuesta a la existente, instaurando en esta zona la denominada Doctrina de Charcas, la cual se fue organizando desde la actual América Central hasta nuestros territorios.

La anterior comenzaba desde Chuquisaca (Sucre, Bolivia) y se subdividía en nuestro actual territorio en dos Cabezas de Doctrina que fueron la Parroquia de San Pedro de Atacama en la denominada en esa época “Atacama La Grande” o “Atacama La Alta”, y la parroquia de San Francisco de Chiu Chiu, llamada “Atacama La Chica” o “Atacama La Baja”.

De estas parroquias dependían pequeñas capillas ubicadas en los asentamientos existentes como San Lucas de Caspana, Ayquina, Río Grande, Toconao y Peine, entre otras. Este proceso ciertamente no fue inmediato ni simultáneo puesto que la resistencia indígena provocó que el proceso de conquista no fuera rápido.


Así, a través de una colección de bellas imágenes, este proyecto busca dar vida nuevamente a estas llamativas iglesias diseminadas en todo el sector precordillerano de la región, asombrando aún más a los visitantes y turistas.

Capilla y campanario de Machuca, adosados frente al atrio y cruz del calvario.

Detalle de la torre campanario de la capilla de Ayquina, en mampostería de piedra.

Parroquia de San Pedro de Atacama con su atrio perimetral, donde torre y nave se complementan constructiva y simbólicamente.

Detalle del retablo de la capilla de Peine Viejo en mampostería de piedra sin revoque.

Atrio de la capilla de San Lucas de Caspana en la fiesta de la Virgen de la Candelaria.

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