Por: Edgardo Solís Nuñez
Fotografías: Guiselle Gómez

María Gloria Lazcano Torres es una mujer integral. Como abogada titulada de la Universidad de Antofagasta, dedica sus energías y compromiso tanto a la gestión patrimonial, a través de la Agrupación “Antofa Patrimonial“, como en acciones tendientes a la promoción y defensa de los Derechos Humanos.
Su vínculo con las artes lo hereda de sus abuelos –miembros fundadores de la Orquesta Sinfónica de Antofagasta-, motivo de orgullo e inspiración vocacional para el ejercicio de la abogacía, que complementa con sus labores de voluntariado y su pasión por el ciclismo, deporte que le sirve de herramienta para acercar su historia a la comunidad antofagastina, a través de las “BiCiRutas Culturales”.
Vivimos tiempos de cambios con miras a una nueva Constitución, ¿cuáles son tus expectativas con respecto a los desafíos de participación cultural?
Antes de todo, debemos celebrar el hecho de contar con un espacio democrático y ciudadano que nos permitirá gestar desde lo deliberativo un nuevo Pacto Social. En tal sentido, la Cultura -como un Derecho Humano- debe consagrarse de forma integral en la nueva Constitución; en que el acceso y la promoción de las culturas sea resguardado, protegido y también difundido, de modo que no sea visto como un privilegio, sino como parte de nuestra calidad de vida. Y es que la identidad se construye desde los barrios.


MONUMENTOS


En este sentido, ¿qué opinión te merece el actual estado de protección de los monumentos nacionales, de los barrios y zonas típicas?
La Ley de Patrimonio es un tema pendiente por múltiples razones, sobre las cuales tanto la agrupación “AntofaPatrimonial” a nivel local como la “Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales” a nivel nacional, han expresado su sentir. Entendemos que sin consulta indígena y sin participación ciudadana vinculante, cualquier propuesta no cumplirá con los estándares mínimos respecto de lo que debiera ser un cambio en la legislación en el ámbito patrimonial. El proceso constituyente es una gran oportunidad para generar nuevas formas de construcción social. Hay un sinnúmero de agrupaciones que van en defensa del patrimonio que aportan desde el voluntariado, el gusto por la historia y la conservación de nuestra memoria; y que no se considere su opinión al momento de legislar, es un retroceso tremendo.
Entonces, ¿qué requerimos para instalar el concepto de cultura como bien común?

Debemos abordar de manera integral. La puesta en valor de las artes y el patrimonio, debe comenzar por la importancia que le damos a los programas de Educación que impartimos en las aulas de clases; en la generación de mejores condiciones sociales que le permitan a las familias contar con mayor tiempo para compartir; como también la importancia de construir ciudades más amables. Los gestores culturales tenemos un rol protagónico de colaboración y apoyo.
Es la claridad de conceptos de María Gloria ante los desafíos venideros, una gestora cultural que recorre su ciudad en bicicleta, que le permite descubrir de una manera sana y entretenida aquellos barrios que van construyendo la identidad de Antofagasta, una ciudad que se comparte y construye entre todos.

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