Karen Sánchez Contreras, montañista
Por: Patricio Vega Contreras
Fotografías: Guiselle Gómez Vadillo / Juan Pablo Loo Olivares
Cada paso es ganar terreno a las piedras y al silencio absoluto. Ahí, la adrenalina está presente en todo momento del ascenso, donde cada vez cuesta más respirar. A lo lejos, la cumbre sigue igual de altiva y majestuosa, como desafiando a los visitantes.
Esta es una postal de la vida de Karen Sánchez Contreras (38 años). Un cerro o un volcán pueden ser el próximo desafío de esta activa ingeniera en Ejecución en Administración, siempre acompañada de sus amigos y compañeros de cordada del Club Deportivo de Montaña “Ckonticaur” de Antofagasta.
Oriunda de Lota, desde niña su pasión fue caminar, subir cerros y estar en contacto con la naturaleza, algo que haría más intenso tras su llegada a la ciudad. Admite que el montañismo requiere ciertas características bien especiales en la preparación física, la planificación y la perseverancia, además de saber tomar decisiones clave como decir “hasta aquí llego o no puedo más”.
Las “malas pasadas” también suelen ser acompañantes en las expediciones, ya sea por problemas climáticos, físicos o los imponderables que tiene esta disciplina extrema (pérdida de la ruta y problema con vehículos, entre otros), que cuenta en la región con parajes únicos para lograr un ascenso.
En su caso, el cerro Chiliques (5.780 metros sobre el nivel del mar) fue su prueba de fuego, porque sólo en el tercer intento en cuatro años logró la cumbre junto a todo su equipo. Por lo mismo, reconoce que esto es parte del juego y que hace más atractivo este deporte, en donde siempre está presente la superación personal y el trabajo en equipo.
¿Qué se siente llegar a la meta o la cumbre de un cerro?
Es una satisfacción muy grande, muy emocionante. En ese instante está resumido todo el esfuerzo recompensado del equipo al ver la impresionante vista que tenemos de todo nuestro alrededor, es algo increíble. Logramos una conexión tan especial y mágica con la naturaleza, además de estar con tu equipo y compartir ese instante único.
Y cuando no se logra el objetivo, ¿cuál es la sensación?
No siempre cumples con el objetivo. He tenido varias salidas fallidas, pero eso lo vives con tu gente, lo compartes y también disfrutas, porque eso es parte del montañismo. Ahí conoces tu cuerpo, tus limitaciones y el esfuerzo que haces.
¿Cuál es tu gran sueño?
Muchos pueden pensar que es subir un cerro o montaña en otra parte, pero no es así. Lo que sí me gustaría es pasar un buen momento y aquí mi gran meta sería llegar a la cumbre del Volcán Paniri, ya estuve cerca, pero faltó.
Cada paso en el cerro, el esfuerzo de vencer la adversidad y las ganas de estar en permanente contacto con la naturaleza, son parte de la vida de Karen Sánchez Contreras. Subir la montaña y sentir esa indescriptible sensación de libertad, es algo que no tiene precio para esta deportista.