Por: Patricio Vega Contreras
Fotografías: Pedro Pablo Fuentealba

“Fumaba o comía, no había otra alternativa”. Así explica Pedro Pablo Fuentealba (45 años, Concepción) el periodo en el que decidió “apretar fuerte el cinturón” de gastos al vivir 100% de la fotografía y crear su agencia “Chango Tour” en la región.

Una apuesta arriesgada que asumió tras trabajar durante casi ocho años en el Casino Enjoy de Antofagasta y embarcarse en algo totalmente nuevo y desconocido. Cargado de ilusiones y con mentalidad positiva, se sumergió en el campo de la fotografía para captar las múltiples facetas de este norte en apariencia tan esquivo, pero generoso en postales únicas.

Por lo mismo, la fotografía pasó a ser una punta de lanza para exportar a la región a diferentes latitudes del país y el extranjero. Y también es claro en señalar que los fotógrafos tienen mucho que decir en la generación de ideas y dar valor agregado a la actividad.

Su “enfoque” transita por diferentes paisajes, vivencias y en la inmensidad del desierto, acompañado del contexto histórico y de quién protagoniza cada fotografía, algo que resulta clave para su trabajo.


¿Cómo nació esta pasión por la fotografía?

Tuve un ramo a los 18 años y me enamoré de la fotografía. Fue una compañera de muchos años, hasta que decidí que esta pasión fuera parte de mi vida. Esto me ha permitido vivir cosas nuevas y hacer algo distinto, el problema es que no sabía cómo hacerlo en ese tiempo, pero me lancé y aquí estamos.

PAISAJES

¿Y cómo fue ese salto de tener un empleo seguro a depender totalmente de la fotografía?
Arriesgado (ríe). En 2015 la primera idea era hacer una agencia de turismo virtual, la mayoría de los gerentes de hoteles eran amigos míos y quería hacer algo nuevo, todo se fue dando. Cuando dejé de trabajar apatronado, me pregunté por qué nadie potenciaba los atractivos de la región. Primero, visité los lugares que me gustaban y creé una ruta del desierto. Cuando realicé la primera, invité a mi mamá y ahí entendió mi decisión.
¿Qué es lo que más te llama la atención de la región en el ámbito de la fotografía?
La región tiene paisajes únicos, tanto en el sector costero como en el interior. A la hora de sintetizar todo este potencial, contemplar las estrellas también marca una gran diferencia y esto es algo que debemos cuidar entre todos. Por ejemplo, aquí tenemos la belleza de La Mano del Desierto, pero no se aprovecha su cielo y es ahí donde hay que promover nuestras riquezas.
¿Cuál es tu sello al momento de captar una imagen?
Está el paisaje que es inmenso, pero tiene que estar la persona, la historia, su contexto. Si bien potencio mi fotografía con mi agencia, siempre tiene que haber algo más. Por eso ahora queremos hacer un proyecto con varios fotógrafos para potenciar Antofagasta y San Pedro de Atacama, a través de Sercotec. Uno de mis sueños es transformar a los fotógrafos en guías, para que éstos sean anfitriones y embajadores de la región.
¿A quién te gustaría retratar en el desierto?
-A Hernán Rivera Letelier, porque hizo conocido el norte en todo el mundo, de hecho, mucha gente viene al desierto porque conocieron sus libros, sin duda, él puso en valor el Norte y complementaría muy bien el entorno. Y otra que persona me gustaría fotografiar desde la parte mediática, sería a “Coco Legrand”.
Así es el mundo de Pedro Pablo Fuentealba, quien con nuevos sueños y proyectos piensa exportar el desierto a través de su arte. Porque la fotografía es mucho más que una pasión… es su vida.

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