Por: Equipo Ckuri
Fotografías: Edgardo Solís Núñez

Disciplina y extenuantes ensayos forman parte del carácter de los artistas de ballet. Wild Flores Rojas (16) y Thiara Rojas Cortés (17) son dos jóvenes promesas antofagastinas en el arte de la danza, quienes cobijados por el Teatro Municipal de Antofagasta, trabajan cada día para alcanzar la excelencia y convertirse en bailarines profesionales.

¿Cómo llegaste al mundo de la danza?
Thiara: He estado ligada a la danza desde los 5 años, completando un total de 12 años de aprendizaje y enseñanza bajo el alero de los maestros de la Escuela de Ballet del Teatro Municipal de Antofagasta. Es una experiencia hermosa, que me ha permitido cumplir con mis sueños de niñez y me proyecta hacia el desafío de ser una bailarina profesional. En todo este proceso, sólo me basta agradecer a mi madre, que aconseja y me entrega la confianza para realizarme a través de la danza.

¿Por qué optaste por lo clásico?
Thiara: El ballet es un arte que exige disciplina y compromiso. Si bien debes dejar de lado algunas cosas, como los viajes y las salidas con amigos, la danza te enseña valores y principios que van formando tu carácter y que terminan definiendo un verdadero estilo de vida que gira en torno a la disciplina, la perseverancia, la paciencia y, sobre todo, humildad, lo cual es clave para el éxito. Con humildad puedes escuchar el consejo, aprender de la experiencia de tus maestros, para así llevarlo a la práctica.

Por su parte, Wild confiesa que sus inicios en el mundo de la danza se deben a la combinación de afortunadas coincidencias. “En 2019, me encontraba más ligado al dibujo y a otras expresiones ligadas con la plástica, y fue mi participación en una gala artística en el Teatro Municipal de Antofagasta la que cambió mi perspectiva respecto al ballet. Vivir la experiencia de presentarme en un escenario tan grande, definió mi vocación y pasión por la danza, la cual se ha transformado en una forma de vida”.

PANDEMIA

¿Cómo fue la experiencia en pandemia?
Thiara: Fue complicado no sólo por las clases online, sino porque los espacios para practicar eran limitados e incómodos, por más que estuvieras en tu hogar. La ausencia de la sala de ensayo, pasó la cuenta y el regresar a la presencialidad fue verdadera libertad. Durante estos dos años aprendí a amar con más fuerza la danza,
Wild: Tomar la clase en soledad era como trabajar en el vacío, frente a una fría pantalla. Fue triste, porque perdimos dos años de trabajo en equipo y la experiencia de pasar buena parte del día en la sala de ensayo. El sentir el vacío de no estar en clases, ya que el trabajo online no puede reemplazar la presencialidad. Lo mejor fue regresar, aprendimos a aprovechar el tiempo y el espacio.

¿Qué sienten cuando bailan?¿Cómo describen el mundo de la danza en el escenario?
Thiara: Siento nervios antes de todo, un dolorcito de estómago, pero cuando entras al escenario, se olvida, te relajas y dominas el dolor o las molestias, todo es mental, dominas tu cuerpo para entregar todo. La danza se vive intensamente en los ensayos, pero cuando se abren las cortinas y sales a escenario, vives el aquí y ahora, y tu mente está liberada de cualquier otro problema. Uno vive cuando baila.
Wild: Por mi parte, llego relajado para dar inicio a todo un proceso de preparación, con mucha adrenalina y la ansiedad de comenzar lo antes posible. Cuando ingreso al escenario, vivo un instante de euforia; no existen palabras para describir el momento, es energía pura, que tiene como premio la satisfacción de que la disciplina y los sacrificios tienen su premio con el aplauso del público y finalizar la obra todos juntos.

DESAFÍOS

Thiara y Wild tendrán un segundo semestre agitado con diversos compromisos internacionales, que les permitirán seguir creciendo en sus carreras.

En septiembre, participarán en GPAL de Danza América. Es el concurso más prestigioso de América Latina con más de 25 años, donde bailarines y maestros miden su evolución ante un jurado de primer nivel, además de tomar un Curso Intensivo de Capacitación que cuenta con un programa de prácticas de técnica clásica y contemporánea.

“Es una gran experiencia, ya que cada profesor tiene diferentes formas de enseñar, y uno de perfeccionar sus habilidades, aprender nuevas experiencias, métodos de enseñanza, quedarse con lo mejor de cada uno. Aprende de la expresión corporal, uno puede estar bailando, pero lo que importa es expresar al público el rol que uno representa”, explica Thiara.

Mientras que Wild va por su segunda oportunidad, ya que antes había ganado una beca en Barcelona Dance Center, pero por temas económicos y la pandemia, no pudo asistir. En esta oportunidad, estará una semana en Florida, Miami, participando de un curso intensivo de danza, ballet clásico y coreográfico dirigido por la profesora Alice Arja, encargada de ballet de Río de Janeiro y de Relaciones Exteriores del Miami City Ballet.

“La verdad que me siento emocionado, creo que esto será una oportunidad para poder surgir en mi carrera porque quiero dedicarme al ballet, entonces súper agradecido por todo”, comenta.

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