Por: Osvaldo Urrutia Madariaga
Fotografías: Anna Rozkosny
Rodrigo Santa María, ex alumno del Liceo Experimental Artístico (LEA), acoge el llamado de Revista Ckuri desde Alemania, donde ha forjado su carrera y encontrado un espacio para ejercer su profesión.
Este hijo de la Perla del Norte, entre otras cosas, ha escrito una composición para la Orquesta Sinfónica de Antofagasta llamada “Hattunfayagasta”, claro que eso no es todo, también es posible seguir a Rodrigo en Spotify y en Youtube.
¿Cómo se produce tu acercamiento a la música?
Estudié en el LEA desde primero básico a cuarto medio, con una pausa entre quinto y octavo porque estuve fuera de la región en ese periodo. En el colegio, a través de la música, uno forjaba amistad con compañeros de distintos cursos y edades, por ejemplo, recuerdo que cuando estaba en cuarto medio habían unos chicos de quinto básico que venían a ver nuestros ensayos, con uno de ellos compartí apartamento años después en la universidad. Su papá estaba contento porque era como si estuviera con un hermano grande. Ese vínculo que se da a través de la música es muy particular.
¿Así te conectaste con la música?
Fue por la vinculación con el colegio e interés propio. Allí formamos con unos amigos una banda tipo Beatles… Se trata de vivir la música. Al egresar de cuarto medio, fui a estudiar flauta traversa a Santiago, la flauta me dejó… y probé estudiando historia… Sin embargo, definitivamente ingresé a estudiar la carrera de Arreglo y Composición a la Escuela Moderna de Música. En esos años de estudiante, hice hartas cosas, desde clases de piano, guitarra hasta un coro de abuelitas en un hogar de Fundación Las Rosas, pero lo que más hice para trabajar fue acompañar como guitarrista a cantantes que también eran estudiantes de la Escuela Moderna. Por 2004 con algunos compañeros de otras universidades, formamos la banda llamada “Santa Mentira” y grabamos un disco homónimo que también se puede encontrar en internet.
Luego me fui a vivir a Madrid (España) y definitivamente me radiqué en Alemania por motivos y desafíos personales… Ya son 17 años que estoy acá.
¿Cómo ha sido tu carrera en Alemania?
Ha sido variable, aunque siempre ha ido creciendo. Siempre me he dedicado a la música, algo que en Chile, imagino, me habría sido muy difícil, dada la realidad de nuestro país. Afortunadamente, en Europa hay espacio para el arte.
PROYECTOS
¿En Chile aún estamos en pañales?
No hay comparación. Soy muy pesimista en lo que a Chile se refiere, mientras no haya justicia social y una reparación histórica adecuada, no ocurrirán cambios que permitan el surgimiento espacios como el que yo estaba buscando; si apenas hay espacios para que la gente camine por la ciudad…
¿Cuáles son tus siguientes proyectos?
Lo inmediato es un concierto con el tenor chileno, Felipe Rojas Veloso, quien vive en Berlín, es un gran músico con tremenda trayectoria, entre otras cosas fue tenor solista de la Deutsche Oper, la principal casa de ópera de Alemania. A él le gusta mucho interpretar temas de Víctor Jara e Inti-Illimani, así que nos complementamos en eso.
También tenemos proyectado grabar a comienzos de octubre un disco con el guitarrista y mandolinista Antonio Restucci, quien actualmente está radicado en Madrid, junto a él y otros amigos músicos de diversas nacionalidades. Por último, tengo pendiente unas composiciones para una orquesta de mandolinas, bandurrias y mandolias de una Universidad de Murcia (España), y seguimos adelante.