Por: Patricio Vega Contreras
Fotografías: Magaly Visedo Soriano

Lo suyo es la acción, en términos coloquiales es estar “donde las papas queman”. Así vive la fotografía Magaly Visedo Soriano (36), quien hace más de 11 años trabaja como reportera gráfica en diferentes medios regionales y como corresponsal.

La idea es estar siempre en ese minuto preciso para inmortalizar un hecho y sacar esa añorada foto que sea portada de un diario, revista o portal. Si bien además trabaja en eventos y sesiones gráficas, reconoce que su “enfoque” va ligado al periodismo, carrera que cursó por tres años en la Universidad Católica del Norte, para después estudiar fotografía en Santiago.

Muchas veces es fácil observarla en el Estadio “Calvo y Bascuñán” con sus cámaras siguiendo las alternativas del CDA, aunque ahora admite que la “pega” para los reporteros gráficos está compleja, en gran medida por la nueva realidad económica de los medios regionales.



¿Y cómo nació esta pasión por la fotografía?

Mi mamá siempre andaba con su máquina con rollo captando diversos momentos, algo que con el tiempo continué y fue siendo una pasión. Así iba con mi cámara al colegio, sacaba fotos de actividades y comencé a estudiar sobre el tema. Hay un hecho que después sería decisivo para mí, cuando una persona cercana me preguntó qué me gustaría hacer, y respondí que sacar fotos. Y me dijo: “Ahí está tu futuro”.

¿Un fotógrafo nace o se hace con el tiempo?

Es difícil asegurarlo en forma rápida, pero para mí se hace, se va formando con el tiempo. Esto requiere estudio, esfuerzo y dedicación, porque no es llegar y sacar la foto. Ahora, también hay aquellas personas que tienen un talento que además viene con el ojo entrenado de la familia, ahí puede decirse que hay algo innato, pero para mí prima la formación y la perseverancia.



MOTÍN CARCELARIO

¿Cuál es tu gran foto, aquella que se te viene de inmediato a la memoria?

Hay una que tengo presente. En 2013, hubo un motín en la antigua cárcel de Antofagasta y unos reclusos tenían sujeto violentamente del cuello a un gendarme, en una situación muy compleja y de alta tensión. Esa foto salió en varias partes y tiene un significado muy especial, porque representa la esencia de mi trabajo.

También eres parte de un proyecto patrimonial llamado “Coloso, ayer y hoy”. ¿Qué significó esta nueva experiencia?

Fue algo muy importante en retratar a personajes y lugares. Yo sabía lo que uno conoce en torno a la caleta y los locales comerciales ligados a la venta de productos del mar, pero fue un viaje al pasado, de aprender y conocer tantas cosas que no tenía idea. Por ejemplo, que Coloso tenía una estación de trenes y que fue un polo muy importante de desarrollo. Este trabajo perteneció a don Floreal Recabarren y la periodista Pamela Ramírez.

Así es la vida de Magaly Visedo, una fotógrafa que respira adrenalina en sus fotografías y que con su lente siempre persigue captar ese momento que quede en la retina de la gente y que retrate ese instante que nunca más será el mismo.

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