Sabores, raíces y sueños

Por: Paula Meza Brito
Fotografía: Ramón Romero Schleier

Desde los sabores simples de su infancia hasta las mesas de prestigiosos restoranes en Europa y Sudamérica, Sergio Armella encontró en la cocina el puente perfecto entre tradición y creatividad. A sus 30 años, lidera junto a su pareja Carolina Colque, Ephedra Restaurant, un rincón en el Ayllu de Poconche, a 12 kilómetros de San Pedro de Atacama, donde transforma los tesoros de su tierra natal en un homenaje gastronómico.

Desde ahí, demuestra que este territorio no sólo es un paisaje fascinante, sino un universo rico en cultura, tradición y sabores por descubrir.

Desde Solor para el mundo, ¿cómo fue tu niñez en San Pedro de Atacama?

Fue bastante típica, en una época con acceso limitado a internet y medios no tan masivos como hoy. Esto me impulsó a buscar formas creativas de entretenerme: dibujaba, jugaba fútbol y siempre encontraba algo para hacer. Visitaba a mis abuelas en los pueblos del interior para las festividades, las ayudaba a pastorear y disfrutaba de la buena comida en casa. Mis recuerdos más vivos están ligados a los sabores y la sazón que marcaron mi niñez.

¿Recuerdas algún momento o influencia en particular de tu infancia que despertara tu pasión por la cocina?

Puedo mencionar la cocina de mi mamá, que era deliciosa a pesar de no usar mucho condimento; no le gustaba usar comino ni pimienta. Su secreto estaba en realzar el sabor natural de los vegetales. Por ejemplo, rallaba tomate y lo asaba un poco para intensificar su sabor. Cuando me tocaba cocinar, notaba que no quedaba igual; faltaba ese cariño y amor que ella ponía en cada plato.

¿Por qué Ephedra (el nombre de su restorán)?

Ephedra es el nombre de una planta conocida como Pingo Pingo, que crece a partir de los 2.600 metros sobre el nivel del mar. Aunque parece tosca e inerte, con suficiente agua produce un fruto fascinante. La descubrí mientras estudiaba y desde entonces, se convirtió en una forma de explorar y destacar todo lo que este lugar tiene para ofrecer, algo que me llena de satisfacción cada día.

¿Qué te motivó a abrir tu negocio junto a Carolina Colque, tu pareja, y qué significa para ustedes desarrollar este proyecto gastronómico?

Nuestra motivación fue crear algo nuevo y fiel al territorio. Actualmente, trabajamos con un 70% de productos locales. Respetamos el trabajo de agricultores, pastores y estancieros, adaptándonos sin forzar prácticas masivas. Elegimos este formato de restaurante para tratar el producto con respeto, ofreciendo una experiencia única en la zona. Queremos inspirar a otros a usar ingredientes locales, conectar con proveedores y posicionar a San Pedro como un destino gastronómico. El territorio nos reta a ser creativos y profundizar en el uso de sus recursos.

¿Qué significa para ustedes contribuir al patrimonio cultural y culinario local a través de Ephedra?

Para nosotros, contribuir significa mostrar la riqueza de nuestro territorio: su flora, sabores desconocidos y demostrar que no es una tierra inhóspita como se piensa. Nuestra misión es mostrar que, como jóvenes atacameños, podemos compartir nuestra cultura con el mundo. Creo firmemente que el reconocimiento en cualquier área, como la cocina, se logra de forma auténtica, mostrando quiénes somos, para que en el futuro, la gente valore nuestra cultura.

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