Al alero de una profunda amistad universitaria y de sentimientos comunes, en Antofagasta nace Compañía Eclipse, una agrupación de talentosas mujeres actrices que han logrado instalar una nueva escena cultural basada en sus innovadoras propuestas de desarrollo propio, enfrentando desafíos importantes, como por ejemplo, mantener vivo el teatro en tiempos de pandemia.
Desde entonces, el camino no ha sido fácil, sus integrantes, todas egresadas o estudiantes de la Universidad de Antofagasta, lograron revitalizar el teatro gracias a sus ideas frescas y creaciones propias.
La inquietud creativa ha permitido a este grupo posicionarse como un referente del teatro en la región, siendo reconocidas por la comunidad por sus obras intensas, llenas de sentimientos y corporalidad.
“Sonata de una Reina Desdichada” es su primera obra, a casi tres años de su lanzamiento reestrenó con éxito, invitando a la audiencia a reflexionar sobre el bien y el mal en nuestras vidas, algo que relató en exclusiva Paula Herrera, codirectora y actriz de la compañía.
¿Cómo nació la Compañía Eclipse?
La compañía nace en la universidad, las primeras en juntarnos son Carolina Mánquez y yo, Paula Herrera. Todo parte desde la amistad e ideas en común que teníamos con la Caro. Nos gustaba mucho el teatro físico y gestual, tuvimos muchos maestros que nos enfocaron en eso del movimiento como, por ejemplo, Alejandro Pino, éste fue nuestro primer punto en común para trabajar juntas.
PANDEMIA
¿Qué desafíos tuvieron que enfrentar para llegar a lo que son hoy?
Salimos de la carrera y estábamos un poco perdidas porque vino la pandemia, lo que hizo que el teatro se estancara un poco y no sabíamos si esto iba a seguir. Empezamos a hacer pequeños cortometrajes para poder movernos, teníamos esas ganas de crear y yo tenía una cámara, empezamos grabando improvisaciones, y algunas ideas básicas. Cuando volvimos a la realidad, después de la pandemia, nos dimos cuenta que queríamos seguir trabajando juntas, no desde lo audiovisual, sino desde el teatro, entonces convocamos a nuestra amiga Mariana Barahona para que nos dirigiera una obra. Ahí partimos con ‘Sonata de una Reina Desdichada’, obra que fue bien recibida por el público local.
¿Cuál es la premisa de “Sonata de una Reina Desdichada” y por qué optaron por la creación propia?
‘Sonata de una Reina Desdichada’ es una historia de amor y desdicha. Durante toda la trama, los personajes se enfrentan a dualidades entre el bien y el mal, algo que invita al público a reflexionar sobre aquel tema. Nunca quisimos tomar dramaturgias ajenas, principalmente por los derechos de autor, preferimos partir de nuestras propias ideas e imágenes.
¿Cómo se desarrolla el proceso creativo de sus obras?
Todo parte de ideas e imágenes. La imagen de Pierrot, el payaso triste de la comedia del arte, fue nuestro referente inicial para Sonata. A partir de ahí, con ideas de Mariana, nosotras proponíamos conceptos como actrices, y ella, como dramaturga y directora, iba tejiendo la historia. Somos un grupo de cinco mujeres: Carolina Mánquez, Paula Herrera, Valeria Ramírez, Mariana Barahona y Kimey Vega. Aunque no lo buscamos, la compañía se conformó así, con puras mujeres, impulsada por las ganas de crear juntas.
ESTÉTICA
¿Qué elementos técnicos y artísticos distinguen su propuesta escénica, especialmente en “Sonata”?
Nos encanta trabajar con las tendencias, la moda y el vestuario. Las ideas iniciales a menudo surgen de películas e imágenes. En este caso, nos atrajo mucho la estética del blanco y negro, el cuero y las tachas. Si bien las ideas llegan, es la directora quien nos guía a cuestionar el porqué de nuestras elecciones. Incluso en el reestreno, cambiamos vestuario e incorporamos el cuero, algo que potenció el estilo rockero que tiene la obra.
¿Cómo se aborda la música en sus producciones y quiénes son los responsables de su creación?
La música es original y fue creada por la directora y la actriz Valeria Ramírez. Valeria, además, toca la guitarra en vivo durante la obra. No es una guitarrista profesional, sino una actriz que se adaptó a esta necesidad y lo hace excelente.
¿Cómo ven el teatro hoy en Antofagasta?
Es un gran desafío, faltan espacios adecuados para hacer teatro. Iniciamos nuestra primera obra ensayando en una pieza prestada y solo después pudimos ir a un teatro para poder presentarnos. Esperamos que con la apertura del Teatro Pedro de la Barra, las compañías jóvenes tengan más oportunidades y puedan ser parte de este nuevo espacio. Además, es fundamental enseñarle al público a habitar el teatro. Si el público no está, el teatro no funciona; se pierde esta cultura.
¿Cuáles son las proyecciones de Compañía Eclipse?
Actualmente, estamos en un proceso creativo para una nueva obra. Estamos vinculando a más personas y colaborando con Tutee Estudio, que nos está apoyando en la creación de máscaras. Nuestra nueva apuesta lleva ese elemento, las máscaras, y esperamos poder estrenar en el primer semestre de 2026.