Equipo CkuriPor: Cristina Díaz Tapia
Ana nació en Tocopilla en julio de 1965, hija del fotógrafo Solano Araya y la pintora Ana Montero, ambos artistas. Sus primeros recuerdos de infancia se dieron en torno a la pinacoteca familiar, libros y fotografías, por lo que para nadie fue extraño que despertara el interés por la pintura con tan sólo 19 años y que esa relación de amor se transformara en una carrera de formación autodidacta y su principal fuente de ingresos.
Hoy, con más de 30 años de experiencia, asegura que la disciplina y el permanente interés por aprender, son claves a la hora de proyectar una carrera en el siempre complejo mundo del arte.
Desde su atelier El Balcón, ubicado en calle 21 de Mayo, arteria principal de Tocopilla, desarrollamos esta entrevista, entre coloridas obras, naturalezas muertas, retratos de Van Gogh, reliquias familiares y una mística que transporta a una dimensión bohemia y desenfadada, donde una delicada playlist con clásicos del rock amenizan el encuentro.
¿Qué representa la pintura para usted?
Pintar es la pasión de mi vida, mi terapia, mi refugio, es sanador.
¿Es de rituales a la hora de pintar?
No, para nada. Pero me gusta estar muy tranquila para conectarme con el trabajo y dejarme llevar.
¿Está trabajando en algo nuevo o participando en algún proyecto?
Sí, claro, dentro de poco comenzaré con la ejecución de un proyecto Fondart que consiste en una beca de estudios para 14 personas, la cual se extenderá por 9 meses, periodo en que los seleccionados podrán introducirse al mundo de la composición artística, a través de distintas técnicas como el carboncillo, sepia, sanguina, entre otros.
¿Este nuevo proyecto que será desarrollado durante la pandemia, tiene un sentido diferente?
Creo que es urgente y necesario en este momento, ya que través de la pintura se pueden expresar cantidad de emociones y sentimientos que, a menudo, no resultan tan sencillos de comunicar verbalmente. Dicho de otra forma, pintar te da la oportunidad de sacar todo lo que llevas dentro y de mostrar cómo ves el mundo en realidad.
