Equipo CkuriPor: Iris González Gamboa
Fotografías: Edgardo Solís Núñez
Karla Quiroga Martínez (35) dice que le es difícil encontrar el punto donde nació su interés por el dibujo, porque es algo que siempre le interesó. Observar con detención las ilustraciones de las tarjetas de Navidad o hasta de santos, era una de sus actividades preferidas cuando tenía 5 años.
Podía sentarse por horas a verlas. En ese entonces dibujaba como todos los niños, siendo sus primeras inspiraciones la naturaleza y la fantasía, como hadas y sirenas. Ayudada por su madre, con quien compartía su pasión, en sus años de colegio mantuvo el gusto por crear, esta vez inspirada por los dibujos animados y el animé, pero despertó en ella el interés de contar historias.
Hacía historietas, replicaba lo de los cómics y asistía a talleres o cuánta actividad le permitiera aprender más hasta que llegado el momento decidió estudiar Diseño Gráfico en la Universidad de Antofagasta. Hoy maneja varias técnicas, desde pintura en el lienzo, hasta lápices grafito, pero lo que más disfruta es trabajar en tinta y acuarela.
¿Cuál es tu motor creativo?, ¿qué es lo que te inspira?
Me sigue inspirando la fantasía, es un tema que nunca dejé de lado, pero ahora ya llevándolo a la alta fantasía, principalmente los escritos de Tolkien. Tengo un interés muy profundo por ese autor y tengo pilas de libros y eso es lo que me llama a dibujar. Me obsesiono por un tema y eso es lo que dibujo por mucho tiempo hasta que lo cambio por otro, pero ese tema es el que siempre se mantiene vigente.
¿Buscas transmitir, a través de tu arte, algún mensaje en especial?
También es una forma de activismo la divulgación por medio de la ilustración, porque yo también formo parte de las disidencias sexuales, así que es un tema que no lo puedo dejar de lado. Entonces, desde ese punto de vista, también me interesa transmitirlo, pero si voy a lo más personal, sigue siendo esta parte de la conexión con la naturaleza y también este trabajo que es un poco meditativo. Lo que me interesa transmitir con mi dibujo es replicar lo que yo sentía cuando era muy, muy pequeña, al ver por horas un dibujo. Por eso le dedico harto detalle, hago el intento de que la gente cuando lo vea también tenga este viaje y que le tome sus minutos observar el dibujo completo.
DIBUJONA
Una de tus últimas participaciones fue en Dibujona. ¿Qué representa para ti ese tipo de actividades?
Creo que Dibujona es un ente bien importante en la región y de hecho también nos han dicho, porque también formo parte de la organización de Dibujona, que incluso a nivel nacional es un referente en cuanto a la divulgación de la narrativa gráfica y del dibujo. Ilustración o dibujo también – hay gente que la ilustración la ve como algo que es más profesional -y que el foco de atención es el trabajo en la ilustración. Dibujona lo que busca es fomentar la producción de narrativa gráfica y también de ilustración.
¿Cómo ves a las generaciones nuevas?, ¿tienen ese interés?
Creo que están cada vez con la mente más abierta a este tipo de gustos, que quizás en mi época nos decían que éramos los nerds, los raros. Y ahora veo que los jóvenes no, aunque también hay ocasiones y ocasiones, pero en general la mayoría de los jóvenes veo que tienen el apoyo de sus amigos y familia en cuanto a estos intereses del dibujo. Además de todo el acceso que tienen con internet y el cómo se nos ha abierto el mundo; ver cómo se trabaja en otros lugares también les ha ayudado a abrir la mente principalmente (…) Pueden conocer autores y buscar ramas quizás de ilustración.
¿En qué etapa estás hoy?
Actualmente y hace 6 años trabajo en el Centro Cultural Estación Antofagasta como diseñadora y como encargada de montaje, porque también me gusta este tema de la narrativa en cuanto a la disposición de obras en una exposición. Me encargo de los montajes de las exposiciones, entonces muchas veces los artistas o las personas ya saben qué van a hacer y otras veces yo soy quien los ayuda a crear como un guión en cuanto a sus obras.
¿Se están abriendo en Antofagasta más espacios para la creación?
Veo que hay un par de ramas. Está la rama que es de los artistas más antiguos, que están consagrados, que ya tienen esta comunicación con los espacios expositivos como el teatro, la biblioteca, el Museo Regional. Y hay muchos artistas emergentes, muy jóvenes, que se aferra a agrupaciones grandes o a otras pequeñas salas de arte que son autogestionadas y que tienen su propio círculo, pero hay un interés enorme en cuanto a la producción artística acá en Antofagasta.
