Taira: un testamento en piedra

Por: Equipo Ckuri
Fotografías: Edgardo Solís Nuñez

Desde los albores de la Humanidad, las artes constituyen un vehículo de trascendencia para aquellos hombres y mujeres que, aún reconociendo su mortalidad, se resisten a permanecer estáticos. Por eso encauzaron su fuerza y pasión creadora hacia una de las mayores aspiraciones de la vida: superar las barreras impuestas por el tiempo y el espacio a través de la muerte física
Estas huellas del pasado son las que encontramos en la comunidad atacameña de Taira, ubicada en el sector del Alto El Loa, a 90 kilómetros de Calama.

El arte rupestre en la región se presenta como un portal hacia el entendimiento de un pasado distante, que a través del lenguaje simbólico transmite ideas y sentimientos, cuyas formas y figuras son extensiones de sus creadores y del cómo se vinculaban e interpretaban su entorno.

El territorio perteneciente a la comunidad atacameña de Taira es considerado por muchos investigadores como el epicentro del arte rupestre en Chile. Las rocas y aleros que flanquean el río Loa, resguardan pinturas y grabados de hace casi tres milenios. Taira conjuga en un perfecto y mágico equilibrio el arte rupestre, la majestuosidad del paisaje alto andino y la astronomía.

El sitio principal es el Alero Taira, que se encuentra a unos 30 metros sobre el río Loa, en unas paredes de piedra en las que lucen figuras de llamas, aves y otros animales, además de humanos, una serie de símbolos que fueron grabados y pintados, principalmente de color rojo, entre los años 800 y 400 antes de Cristo.

La llama es el animal con mayor presencia en las composiciones de arte rupestres de la zona. Esto es reflejo de su importancia, tanto en su diario vivir como para su entendimiento del entorno.

La idea de fertilidad de las llamas impregna cada una de las composiciones de la zona. Caravaneros y pastores hallaron su inspiración en la constelación oscura de la Yakana, que orbita en la Vía Láctea, la cual es considerada como su creadora, dadora de fertilidad y multiplicación por la faz de la tierra.