Una potente selección de fotografías que invitan a contemplar los majestuosos cielos nocturnos de la Región de Antofagasta, confirmando que para ello no es necesario hacerlo desde los observatorios astronómicos, es “Región de Antofagasta, portal al universo”.
El libro, un proyecto de astrofotografía de la Agrupación Científico Cultural Likancabur, asumió precisamente ese desafío: desprenderse por un momento de la ‘fama’ que le dan dichos centros a la zona, para compilar así imágenes que ilustren su manto nocturno alejándose de ellos y capturándolas desde distintos puntos de sus nuevas comunas.
El destacado astrónomo y director del Centro de Astronomía de la Universidad de Antofagasta (UA), Eduardo Unda-Sanzana, fue quien dirigió la iniciativa, financiada por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), 8% de Cultura, del Gobierno Regional de Antofagasta. Muchos de los proyectos “se han traducido en itinerancia de productos. Eso quiere decir que, por ejemplo, hacemos una muestra de fotografía que la llevamos por distintas partes de la región, tratamos de llegar a las nueve comunas, pero se acaba el proyecto y no tiene más permanencia. Entonces, teníamos hace tiempo esa inquietud, queríamos ver cómo podíamos dejar algo que fuera más permanente y así nació la idea del libro”, explicó.
Estación Yungay.
Fotografía: Juan Pablo Colque Saavedra

¿Para ello contaron con las mismas obras de las itinerancias o hubo otro proceso creativo?
Es una combinación de ambas. La mayor parte son las mismas imágenes que estuvieron en las itinerancias, a través de distintas versiones, y al final también agregamos algunas nuevas, de manera de poder dar cuenta de los cielos que se ven en las nueve comunas de la región.
Uno de los objetivos era mostrar que la calidad natural de los cielos no sabe de límites. “A veces la gente piensa que para ver el cielo estrellado tiene que visitar un observatorio. Por ello, queríamos que viera que en todas partes de la región hay cielos que puede disfrutar; hay paisajes bonitos que puede ir a visitar durante el día, pero también valorarlo durante la noche, por la belleza del cielo que ofrecen. Y, además, que no es necesario para hacer este tipo de imágenes ser astrónomo”.
La mejor prueba de ello es que los autores de las fotografías del libro “son personas que mayormente no tenían una formación en astronomía, sino que partieron de tener entusiasmo y pasaron por talleres, de manera que aprendieron, salieron con nosotros a terreno, fueron mejorando su práctica y, después de un tiempo, comenzaron a realizar solos las fotografías y son esas las imágenes que comenzamos a exhibir y después conectamos en el libro”, detalló el investigador.
El texto cuenta con una escala de distintas aproximaciones al cielo, afirma. “Una que puede ser muy profesional, que va a requerir una formación más especializada e instrumentos y equipo caros, pero en el otro extremo tienes una aproximación más recreativa, más romántica: simplemente pararte a contemplar el cielo estrellado y dejar volar tu imaginación. Pero entremedio tienes todas las distintas posibilidades…todo es válido. Lo que nos importa es que la gente establezca esta relación con el cielo nocturno, de manera que nos demos cuenta de que está ahí, que es bello y algo importante de proteger, porque un recurso que es único a nivel mundial que no le importa solamente a quienes hacemos astronomía profesional, sino que en realidad debiera importarnos a todos simplemente porque es parte de nuestro ambiente; de lo que podemos disfrutar como seres humanos”.

Retreta de la Oficina Salitrera Chacabuco.
Fotografía: Eduardo Unda-Sanzana
Para todos
Pero la magia del cielo estrellado de la región es algo que la agrupación quiso llevar más allá. “Hablamos mucho de mirar, entonces también nos propusimos que el libro tanto como fuera posible, sea accesible para personas con discapacidades visuales, lo cual es un tremendo desafío porque la astronomía es esencialmente visual. Para ello generamos una versión audiolibro que acompaña al libro impreso y se puede encontrar online, pero también lo hicimos con audio descriptivo, de manera que las imágenes a su vez tienen otro audio que describe la imagen”, explicó Unda-Sanzana (ver links al final de la nota).
La versión impresa tuvo un tiraje de mil copias, entregadas principalmente a escolares que visitaron miradores astronómicos, en distintos observatorios y salidas al desierto durante el año 2024. Otra parte se distribuyó a juntas de vecinos de varias comunas y el último lanzamiento tuvo lugar en la Feria Internacional de Libro Zicosur (FILZIC) 2025.
La agrupación, sin embargo, no se detiene. Trabaja en el proyecto de un libro sobre los observatorios de la región y ultima, además, los detalles de otra obra, esta vez un texto sobre la historia de la astronomía regional, que promete muchas y grandes sorpresas.
LINKS
Versión digital de ‘Región de Antofagasta, portal al universo’:
Audiolibro:
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