Por: Jorge Abraham Olmos Ramírez

Durante el 2020, gotículas, tos, fiebre, epidemia y pandemia se impusieron en conversaciones cotidianas. Algunas palabras pudieron ser novedosas y una asumida como sinónimo de grave enfermedad o muerte.

Al vivir en el “Desierto más árido del mundo”, resulta casi paradójico que seres minúsculos, asociados a climas tropicales, fríos o templados, también afecten la salud. Sin embargo, desde fines del siglo XIX, hasta inicios del XX, bacterias y virus causaron pánico y luto en la costa, la pampa y el altiplano de la actual Región de Antofagasta.

Fiebre Amarilla. Cobija 1869, esta epidemia causa tal mortandad que casi deja al pueblo deshabitado, al respecto, documentos de la prefectura de ese territorio expresan: “Todo esfuerzo ha sido inútil (…) Tristes gemidos salen de las casas y los cadáveres se amontonan en el panteón. La administración pública está casi paralizada.

Tocopilla, Marzo de 1912, “enfermos presentan fiebre desde 40, dolores y en etapa crítica, piel amarilla, hígado y bazo hinchados (…) sangrado de piel y mucosas hasta el desenlace final. (…) En mayo, las playas se llenan de carpas y galpones, donde se instalaban para huir de la ciudad que quedó sin habitantes. (…) Santiago, siempre sorda a problemas de provincianos (…) dispuso de 2 mil pesos y dos médicos, los señores Alcérrea y Ferrer. Junto a ellos colaboran estudiantes de la U. de Chile, que cursaban último año de Medicina, dos son homenajeados hasta nuestros días: Marcos Rigoberto Macuada Ogalde y Leonardo Guzmán Cortés. El primero, falleció combatiendo la plaga, la que causó otras 120 muertes.

Marcos Rigoberto Macuada Ogalde

Peste Bubónica. En 1903, el “Barco Maldito” trajo a un infectado. La embarcación recaló en Iquique y en Valparaíso, desde allí se propagó, causando miles de muertes.

En la Segunda Región, para 1907 hubo 300 fallecidos, la mayoría en Antofagasta y Taltal. En esa época, Chile contaba con más de 3 millones de habitantes. En 1909, por orden de la Intendencia, se revisan hogares y en Mejillones detectan 80 casos, para ese entonces la mortalidad por bubónica era de un 60%.

Alfombrilla Neumónica. (Sarampión) En San Pedro de Atacama una epidemia causa la muerte de más de 80 infantes durante noviembre, diciembre de 1910 y enero de 1911 .

Coqueluche (Tos convulsiva). En octubre de 1915, se estimó que los casos nacionales eran de 12 a 15 mil, los que mayormente afectan a infantes. En carteles se pide no escupir al suelo. Para septiembre de 1916, se registra un aumento de la tasa de mortandad infantil. Aunque evitable, el 30 de noviembre de 1949, por causas de una administración pública centralista, Socaire llora la muerte del 43% de su población infantil .

Viruela. 24 de Abril 1875, el Comisario Municipal y el Preceptor de la Escuela, informan al Municipio de Antofagasta sobre la propagación de focos. El 8 de mayo, el médico de ciudad, Nicanor Hernández, solicita a la Junta Municipal iniciar la vacunación. El 27 de julio, la Municipalidad aprueba una petición de Antonio del Canto, para ejercer como Flebólomo y aplicar tratamientos para la Viruela. El 27 de mayo de 1876, la Municipalidad, ante el temor de que se desarrolle una plaga incontrolable, solicita al Médico, Ramón Allende, obsequiar folletos de su autoría, para “educar” a la población. En 1911, el 11 de mayo, la enfermedad rebrota en la Oficina Salitrera Carmela, del Cantón Aguas Blancas. Para diciembre, son 195 los muertos de un total de 515 casos, registrados en el Lazareto de Antofagasta.

Publicidad Revista Zig Zag, julio 1907

COVID19. (Coronavirus) El 21 de enero de 2020, se confirma en China . El 5 de febrero, es firmado el decreto de Alerta Sanitaria en Chile. El 11 de marzo, ya con presencia en 114 países, 118 mil casos testeados y 4 mil 291 muertes, la OMS declara Pandemia.

En Chile el 18 de marzo, se declara Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe. El 23 de junio, se inicia la Cuarentena Total en la Segunda Región, cuando en ella se registraban 6 mil 708 contagios y 100 fallecidos . Al finalizar la escritura de este artículo, la comuna de Antofagasta retrocedió a Fase 1 del Plan Paso a Paso, no hay disponibilidad de camas para pacientes críticos. En la región, hay 702 muertes y los contagios suman más de 34.488.

Como podemos apreciar, las enfermedades infeccionas de transmisión por saliva, nos han acompañado desde hace siglos y es nuestra responsabilidad aplicar autocuidado, respetando las normas sanitarias, sin necesidad de recibir presión legal o multas. Así podremos aportar no sólo a la salud de nuestro entorno cercano, sino también comunal y regional. Para el 2021, Chile deberá contener una nueva cepa detectada originalmente en Reino Unido, la que ya posee 23 mutaciones y es mucho más contagiosa. Además, habrá que convencer al 30% de chilenas(os) que no quiere vacunarse.

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