Por: Guido Rojas Olave
Fotografía: Guido Rojas Olave

Cuando no está en las salas de clases impartiendo la asignatura de Lengua y Literatura, Priscila Pavez Ríos (37) está pensando en dar vida a un nuevo proyecto cultural en Taltal. Como buena gestora, las iniciativas abundan en su mente y siempre surge esa imperiosa necesidad de crear.

Tienes una importante trayectoria trabajando en Calama. ¿Qué te motivó a elegir Taltal como tu nuevo lugar de trabajo en el ámbito cultural?

Tuvimos Casa Rade en Calama, un espacio de arte, negocios e innovación en plena plaza. Para nuestra sorpresa, hubo más cultura de la esperada, aunque se decía que había muchos espacios culturales, no era cierto. Funcionamos 10 meses hasta el Estallido Social. El espacio se volvió peligroso, así que decidimos dejarlo. Javiera Silva nos invitó a este espacio que conocíamos de encuentros culturales en Antofagasta. Así nació Casa Rade Cowork, que luego se convirtió en un Centro Cultural. Javiera nos invitó a Taltal y, al dejar Casa Rade, decidimos mudarnos aquí. En primer lugar, encontramos Taltal hermoso y queríamos seguir aportando a la región desde otro lugar.

Como profesora especialista en Lenguaje, ¿cómo has logrado integrar el cine en tus clases y qué respuesta has observado de tus alumnos ante esta experiencia?

En 12 años como profesora, he trabajado cine con niños de sexto básico y de 17 y 18 años, también con adultos. La clave es integrarlo al programa. Hablamos de producción textual, pues el cine es literatura. Trabajamos en equipo para desarrollar habilidades.

Uno de los logros destacados ha sido la creación de la primera cartografía cultural de Taltal. ¿Cómo fue llevar a cabo este proyecto y qué impacto tuvo en la comunidad?

Fue un desafío, ya que no somos locales. Trabajamos con Silvana González, a quien conocimos en movimientos culturales de Antofagasta. Con ella logramos conectar con personas clave en Taltal y la encargada de cultura nos propuso crear la primera cartografía cultural. Fue un proceso de investigación cuantitativa y cualitativa. Valoramos a quienes han contribuido a Taltal y ellos se sintieron agradecidos, algunos por primera vez.

CHANGOS

Otro proyecto destacado es “Alma Sempiterna”, un videoclip que pone en valor el patrimonio de la comunidad changa. ¿Cómo surgió este proyecto y cuál fue su recepción?

Fue grandioso, a pesar de no ser cineasta, he estudiado en Arica Nativa. Tenía conocimientos y ganas. Decidimos hacerlo colaborativo, con diez alumnos participando. Trabajamos juntos desde el guión hasta el videoclip y la temática central fue el patrimonio, en particular, la comunidad changa y la señora Brenda Gutiérrez.

Finalmente, ¿cómo ves el futuro de la enseñanza del cine y la cultura en el ámbito educativo?

El cine es una herramienta poderosa para la enseñanza, no sólo artística, sino también para desarrollar habilidades cognitivas y sociales en los estudiantes. Espero que se integre aún más en el currículo educativo, permitiendo a los estudiantes explorar y expresarse. También es vital fomentar la colaboración entre instituciones educativas y proyectos culturales locales, para enriquecer la experiencia de aprendizaje y promover el patrimonio cultural de cada comunidad.

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