Por: Edgardo Solís Nuñez
Fotografía: Edgardo Solís Nuñez

A media hora en vehículo al sur de Antofagasta y bajo la sombra del Cerro Coloso, se emplaza uno de los escenarios naturales más bellos de la cordillera costera regional: la duna de Roca Roja. Un espacio que semana a semana reúne a la familia antofagastina en torno a la práctica del sandboarding, un deporte emergente que cada día suma nuevos adeptos.

Y es que surfear sobre la arena es una sensación única e indescriptible en esta extensa pendiente, donde Rocío y Belén, líderes e instructoras del “Club Deportivo Sandboard Desierto Extremo”, dan vida a este sueño deportivo.
“Nos hemos propuesto proyectar a la Región de Antofagasta como un polo de desarrollo de la práctica del sandboarding, esto es desde una perspectiva recreativa y competitiva, con una clara vocación social al ejecutar actividades orientadas a la comunidad”, señala Rocío González Antonucci, presidenta de la agrupación.

¿Cuál es principal sello de “Desierto Extremo”?
-Junto con enseñar las técnicas del sandboard, queremos transmitir la importancia del trabajo en equipo, fortalecer los liderazgos femeninos al promover el ingreso de nuevas socias y el respeto por el juego limpio, en suma, que nuestros socios se realicen a través de la práctica de un deporte de contacto con la naturaleza. Es por ello que el cuidado del medio ambiente y la promoción de principios ecológicos, ocupan un lugar importante en nuestras actividades. La Duna Roca Roja es un espacio que promovemos y también protegemos.

Los “riders de Roca Roca” ampliaron los horizontes del deporte, no tan sólo para ellos, sino también para su entorno familiar y social. Han superado las brechas de género dentro del deporte extremo al incorporar a más mujeres al club, ejemplo de ello es la deportista e instructora Belén Alcapio, quien se sumó activamente a las actividades del club, tras recibir una invitación a ser parte de uno de los proyectos que ejecutó “Desierto Extremo”.


NATURALEZA

“Conocí el sandboard a través de un proyecto ejecutado por el club. Vine a Roca Roja, conocí el lugar y me enamoré de los cerros, de la duna, del mar, de la flora y de la fauna, además hice amistades que se transformaron en mi nueva familia y que me han permitido crecer, competir, viajar y enseñar las técnicas y principios de este hermoso deporte”.

Belén, actualmente eres una de las instructoras del club, ¿cómo definirías tu vínculo con el sandboarding?
-Este deporte me permitió enfrentar mis temores y superarlos. Gracias a ello, transformé mi vida y hoy gozo cada momento sobre la tabla, experimento sensaciones que difícilmente puedan graficarse en palabras, porque debes vivirla. Una vez que te lanzas por la pendiente, todo se transforma, todo es una experiencia extrema, un verdadero golpe de adrenalina, que una vez terminado, se transforma en relajo, paz y tranquilidad. Como instructora busco transmitir estas vivencias.

Rocío y Belén encarnan lo mejor del liderazgo femenino al encabezar un club que con una marcada vocación social y medioambiental, demuestra que Antofagasta no sólo es minería y trabajo, sino también deporte y naturaleza.

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