Fotografías: Edgardo Solís Nuñez / Juan Pablo Loo Olivares
El Volcán Chiliques domina el paisaje del paso de Huaytiquina con sus 5.778 metros sobre el nivel del mar, y junto a sus vecinos Tumisa, Corona, Lascar y Aguas Calientes, brindan al observador uno de los paisajes más espectaculares de la cordillera andina.
Su belleza, la existencia de dos lagunas en su cumbre y su localización en el horizonte este (salida del sol), lo transformaron en un santuario de altura que cobija en sus faldeos y cumbre vestigios arqueológicos de incalculable valor patrimonial.
Este volcán es un destino poco frecuentado por el montañismo, no obstante, ofrece una aventura cargada de misticismo al recorrer una sección del “Qhapaq Ñan”, que comienza en la denominada “Meseta del Inca”.
El sendero lleva al Tambo de Chiliques (4.565 m.s.n.m.), conformado por casi 40 estructuras de piedra destinadas al refugio y depósito de alimentos, un recinto techado al costado del sendero conecta a la cima (5.571 m.s.n.m) y en su cumbre posee tres estructuras destinadas al culto del sol.
Su fuerte pendiente y acarreo son las principales dificultades que presenta la progresión a la cumbre, siendo todo compensado por un escenario sobrecogedor que adquiere una nueva perspectiva desde las alturas.