Por: Fundación Teatro a Mil
Fotografía: Fundación Teatro a Mil
Con la programación oficial del Festival Antof a Mil a disposición del público, su directora Carmen Romero nos da unos minutos para después continuar con los preparativos de este encuentro internacional con el teatro, que se desprende del Festival Internacional Teatro a Mil y que en la ciudad ya cumple 24 versiones. Se realizará del 4 al 13 de enero.
¿En qué estado se encuentra hoy el Festival Antof a Mil?
En buen estado porque podemos seguir haciéndolo. Enero ya es el mes del teatro también en Antofagasta; después del festival viene el FITZA (Festival Internacional de Teatro de Antofagasta), y eso es bueno para el medio teatral, pero también para el público.
¿Qué es lo especial y desafiante de traer este festival a Antofagasta?
Lo geográfico, pues significa mover camiones con escenografía en un viaje de 26 horas, pero la descentralización en Chile también es cultural. Entonces siempre estamos planteándonos cómo trabajamos desde lo local para lo que necesitamos. El único teatro grande es el Teatro Municipal de Antofagasta, que no tiene la suficiente técnica para todo lo que quisiéramos, pero en la calle no tenemos impedimentos, ¡ahí nos desquitamos! (ríe).
¿Cuál es el aporte de las empresas a este festival?
Escondida | BHP ha sido el impulsor de que estemos aquí, llegamos hace 24 años con ellos a Antofagasta. Es importantísimo que en esta región, donde están los mayores recursos del país, la gente tenga una cartelera permanente. Que el desafío no solamente sea el tener un mall, sino también centros culturales, teatros, etc, que sirven para la convivencia de las personas.
Y en ese sentido, ¿cuál el rol de los gobiernos regionales?
La descentralización siempre está dentro de la propia región, donde también hay una brecha cultural. Hay otras ciudades, además de la capital regional, a las que hay que llegar, y en eso coincidimos con el Gobierno Regional. Está también el trabajo hacia las niñeces; que nos apoyen en trabajar en los colegios para poner las herramientas del teatro al servicio de la educación pública gratuita y de calidad.
¿Por qué es importante que la gente participe de este festival?
Porque un país sin imaginación es un país sin futuro. Necesitamos interactuar en vivo y en directo, no solamente a través de las pantallas. Mientras más tecnología, más crece la necesidad de hacer el ejercicio de ser parte de una comunidad. ¡Y eso es el teatro!, volver a la humanidad.
¿Qué obras no nos podemos perder? sobre todo para entusiasmar a la gente que puede viajar desde Calama, Taltal, Tocopilla, etc.
Vamos a abrir con un estreno con Teresa Ramos, que es un ícono del patrimonio cultural en el norte. Vamos a tener espectáculos para toda la familia que van a estar en otras comunas y también en campamentos. No se pierdan Moby Dick, vengan a la fiesta con Yuyachkani y la compañía Primate, y también están las obras regionales.
¿Y qué sueña para todo el Festival Teatro a Mil?
El sueño de realizarlo sigue siendo mi sueño y que Chile sea la metáfora perfecta del teatro. Que vivamos en comunidad, en colaboración. Que lo que pasa en el teatro sea también en nuestro cotidiano.